"Que hablen mal de uno es espantoso, pero hay algo peor: que no hablen"Oscar Wilde



Ámame u ódiame pero HABLA


jueves, 14 de enero de 2010

Racionamiento y racionalidad


Las últimas medidas tomadas por el ejecutivo nacional van más allá de lo racional y aceptable para el estilo de vida del venezolano. Pues aunque ya deberíamos estar acostumbrados al racionamiento de agua, de luz, de dólares, de libertad de expresión, de centros comerciales aun cuando escuchamos por primera vez una nueva medida nos parecen difíciles de creer, pero es que en realidad así son, increíbles y con falta de cordura, sin pensar en todas las consecuencias políticas, económicas y sociales que conllevan cada una de ellas.


Utilizando premisas inválidas y argumentos vacios, aquí se las han arreglado para hacernos creer que no está pasando nada y que todo es culpa de la manipulación mediática, pues todo no es tan malo como parece, nosotros somos lo que estamos mal de la cabeza y no ellos, ellos tienen toda la razón, así hasta que nos acostumbramos como siempre a cada uno de los racionamientos, y es que el problema no radica en que los dirigentes políticos no toman decisiones adecuadas, sino que los venezolanos terminamos por conformarnos y cruzarnos de brazos ante todo.

El venezolano no piensa en las consecuencias de lo que ocurre a menos que lo afecte directamente de manera extrema su forma de vivir, de resto al final nos termina dando igual lo que pase y lo que no pase. Desde que descubrimos que contábamos con la riqueza del petróleo, el venezolano se ha conformado con lo que hay y no se esfuerza por ir más allá, pensando que estamos en una tierra bendita y que contaremos con él para siempre, por lo cual nos hemos despreocupado ante la inminente escasez de otros recursos más importantes.

Cuando apenas nos estábamos acostumbrando a bañarnos un día si un día no, a ver RCTV sólo por televisión por suscripción, al nuevo sistema cambiario del dólar, ahora el racionamiento de electricidad a nivel nacional nos deja con una gran incertidumbre y deja entrever hasta donde es capaz de llegar la cordura gubernamental, estas medidas afectan severamente no solo el estilo de vida sino el empleo, los comercios y más importante aun la seguridad que tanto azota a la sociedad diariamente.

Pero igual seguimos sentados, como si todo formara parte de un programa de televisión pensando y diciendo: que tal vez mañana todo va a estar mejor, ¿Pero que estamos haciendo para que todo esté mejor? Nada. Sólo culpando a los malos gobernantes que han pasado década tras década, pero acaso ellos solo son Venezuela, pues Venezuela somos todos y debemos empezar a actuar racionalmente, viendo que no podemos seguir viviendo en una gran broma que afecta nuestra vida cada día más.

1 comentario:

Guti! dijo...

Tienes toda la razon, no podemos seguir sentados esperando que la situacion cambie milagrosamente tenemos que salir a la calle y hacer valer nuestros derechos.
Menos mal que "el loco" se dio cuenta y decidio echarle la culpa al ministro.
Sigue asi jess!

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